¿Qué es la bulimia?
La bulimia nerviosa es un trastorno alimenticio caracterizado por conductas en las cuales, la persona, alterna periodos de comida en exceso, seguidos de un período de arrepentimiento, durante el cual generalmente lleva a cabo conductas compensatorias, como el vómito, el empleo de laxantes, etc. a fin de eliminar las calorías ingeridas.
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Somos expertos en trastornos de la alimentación
¿Qué clases de bulimia nerviosa existen?
Existen diferentes clasificaciones de esta enfermedad, en función de sus características y también en función al peso de la persona que la padece.
Bulimia purgativa
En este tipo de bulimia, la persona tiene conductas purgantes. Es el tipo más frecuente de bulimia y su característica principal son los atracones de comida seguidos de una fase de purgación, bien sea mediante el consumo de diuréticos o laxantes o de la inducción del vómito. Se trata de una conducta sumamente destructiva a nivel físico y a nivel emocional, que puede generar a quien la padece daños gastrointestinales graves, además de deshidratación crónica, rotura de capilares sanguíneos, trastornos metabólicos, erosión de dientes, depresión, etc.
Bulimia no purgativa
En esta manifestación del trastorno no se dan conductas de purgación, pero se sustituyen por la práctica de excesivo ejercicio físico o de ayuno.
Bulimia asociada al peso variable
Con independencia de que existan conductas purgativas o no, en este tipo de bulimia la persona varia de peso exageradamente y constantemente.
Bulimia asociada a la obesidad
En este caso, con independencia de que el trastorno presente o no actos purgativos, la persona presenta sobrepeso u obesidad.
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Causas de la bulimia
Como cualquier otro trastorno de la alimentación las causas de la bulimia son multifactoriales, interviniendo en su aparición desde el contexto de la persona y la dinámica familiar a aspectos genéticos, biológicos, psicológicos y/o socioculturales.
El entorno familiar tiene un peso importante, siendo frecuente el desarrollo de este tipo de trastornos en familias disfuncionales o con otro tipo de conflictos.
La presión social en torno a los cánones estéticos sumada a factores psicológicos como la baja autoestima o la impulsividad pueden también contribuir al desarrollo de este trastorno.
Consecuencias de la bulimia
Como venimos mencionando la bulimia trae consigo múltiples afectaciones a nivel físico y psicológico. Entre sus principales consecuencias se encuentran:
Consecuencias a nivel físico:
Daño en los dientes
Los vómitos hacen que, el ácido estomacal erosione el esmalte de los dientes
Afectaciones cardiacas
A causa del desequilibrio de electrolitos pueden aparecer ritmos cardíacos irregulares con consecuencias muy negativas para la persona.
Daño al sistema gastrointestinal
Por ejemplo, con la erosión del esófago causada por los vómitos.
Corte de digestión
Se pueden provocar obstrucciones en los intestinos a causa de los alimentos no digeridos, también son frecuentes las infecciones intestinales y el estreñimiento.
Desnutrición
La absorción de nutrientes se ve afectada perjudicando a todo el organismo.
Alteración de los ciclos menstruales
Puede aparecer amenorrea. Además, pueden aparecer cefaleas, pérdida de cabello, mareos, debilidad muscular, calambre, etc.
Consecuencias a nivel psicológico y emocional
La bulimia tiene repercusiones muy negativas a nivel emociona y psicológico en la persona, entre ellas podemos encontrar:
Ansiedad
Grandes niveles de ansiedad y preocupación excesiva por subir de peso después de haber tenido un atracón
Inestabilidad emocional
Fluctuación emocional y dificultad para mantener relaciones interpersonales
Depresión
Estado de ánimo deprimido a depresión mayor.
Conductas auto-lesivas
La persona puede llegar a autolesionarse y a padecer pensamientos dicotómicos extremos
Impulsividad
Arranques de impulsividad y también una gran irritabilidad y cambios bruscos de humor
Aislamiento
Y desconfianza hacia los demás.
Consecuencias del trastorno por atracón
Sobrepeso
Hipertensión
Diabetes
Colesterol alto
Patologías digestivas y biliares
Patologías cardiacas
Cefaleas
Alteraciones menstruales
Depresión
Pensamientos suicidas, etc.
Tratamiento de la bulimia
En el caso de los trastornos alimentarios, en Psiconutrición PRO sabemos que, por su origen multifactorial, precisan de un abordaje integral que incluya:
Atención psicológica especializada
Con psicoterapia individual, psicoterapia de grupo y familiar que ayude a la persona a identificar los pensamientos y conductas nocivos y a reprogramarlos y encontrar las herramientas para transformarlos en conductas saludables al respecto de su alimentación.
Atención medica: La atención médica es fundamental para controlar toda la sintomatología física y la evolución del tratamiento.
Seguimiento y monitoreo de los avances: Nuestro equipo realiza un seguimiento continuo, tanto de los síntomas físicos asociados como de la evolución del trastorno a todos los niveles.
Asesoramiento nutricional a fin de enseñar a alimentarse a la persona de manera saludable y establecer una nueva relación con sus hábitos alimenticios.
Tratamiento farmacológico en aquellos casos en los que resulte necesario, a fin de controlar el estado de ánimo y otras sintomatologías asociadas al trastorno.
Objetivos del tratamiento
Este modelo cuenta con técnicas que buscan un trabajo enfocado en objetivos concretas, como puede ser:
Ayudar a que la persona Identifique y comprenda los pensamientos y emociones en aquellas situaciones en las que es más probable que coman sin hambre, o que se produzcan atracones.
Abordar los patrones de pensamiento negativos que les conducen a ese comportamiento nocivo.
Aprender a gestionar las emociones y los pensamientos desagradables de forma más saludable y brindarles herramientas para afrontar los miedos y obtener mayor auto-control.
Enseñar a la persona a alimentarse de forma más sana y estructurada.
Tratar las causas subyacentes del trastorno alimentario.
En Psiconutrición PRO contamos con un equipo multidisciplinar con amplia experiencia que, atiende cada caso desde sus particularidades y aborda de forma personalizada los tratamientos de cada persona, a fin de proporcionarles las herramientas más adecuadas a cada circunstancia y el seguimiento y la motivación necesarios para conseguir una recuperación estable.
